¿Se podrá usar el cabello humano para reforzar el cemento o el concreto? Según investigadores de la Universidad de Medellín esto sería muy factible y además se lograría reforzar muros para evitar desastres ante un sismo o terremoto
Desde los laboratorios de la UdeMedellín se están analizando los cabellos o pelo de la cabeza de los humanos y, hasta ahora, hay un camino promisorio para lograr un revoque reforzado.
“El ser humano ha hecho algunos tipos de fibra con acero o con plástico, y la han utilizado para reforzar el concreto o el cemento como lo llamamos tradicionalmente y ha dado muy buenos resultados. Nosotros vamos a trabajar con la fibra del cabello humano que es una fibra muy similar y que está hecha con otro material que es diferente y que es la keratina, que por sus consistencias y sus propiedades mecánicas es un material relativamente resistente para el tipo de fuentes que vamos a aplicar”, explicó John Mario García Giraldo, docente del programa de Ingeniería Civil de la Facultad de Ingenierías
de la UdeMedellín.
En la investigación se está analizando el tipo de cabello apropiado aunque el crespo, de acuerdo con los análisis, ofrece mejor resistencia. También se está midiendo la longitud adecuada de pelo para agregar al cemento o concreto y la proporción, pues se busca el punto óptimo, como si fuera una receta es clave.
De acuerdo con el profesor García Giraldo, esta será una alternativa beneficiosa al medio ambiente, debido a que el cabello como residuo de las peluquerías y barberías es muy desperdiciado y solo una proporción es utilizada para hacer pelucas o como abono para algunos cultivos, pero la mayoría termina en la basura y vertederos.
“El cabello humano es un material que se demora mucho en degradarse, así como el plástico, y generalmente lo que estamos haciendo hoy en día en muchas de las ciudades principales y en todo el mundo, el cabello humano va a las bolsas de basura”, agregó el investigador.
El mortero o cemento con cabello humano será una alternativa de construcción, por ejemplo, para viviendas o edificaciones ubicadas en sectores alejados a las zonas urbanas o las que se han hecho en zonas urbanas con baja calidad de resistencia y mala calidad de materiales.
“Muchas de esas viviendas no se han construido con las especificaciones especiales o necesarias, entonces lo que queremos es hacer una especie de revoque reforzado, no convencional, de cabello humano y que ese revoque cuando se impregne en este tipo de mampostería o muros puede hacer que sea mucho más resistente si llega a un temblor o un terremoto”, agregó el docente.
La investigación avanza en la UdeMedellín y se espera entregar resultados que aporten a la sociedad con una nueva alternativa de bajo costo y resistente para construir viviendas y edificaciones.